Un viaje, toda una Odisea

Era la primera vez que iba a ese lugar, todo me parecía raro, la gente, los pueblos, en definitiva todo.
Los primeros días la gente del hotel me saludaban y tenían esa falsedad que detestas que esté tan a la vista.
Siempre estaban de broma con mi acento, algo que me indignaba por que pensaba que se estaba burlando de mi forma de hablar, después comprendí o eso quise que para ellos era de otra forma.
No se por qué , pero aquel paisaje era tan emblemático, estaba como hechizado, aquel río que me acompañaba durante todo el camino desde que empezaba a subir la enorme montaña o aquellas farolas que cambiaban de color y que hacía que me quedara embobada al mirarlas.
Al cabo de unos días viajamos hacía Tarragona, por fin pensé, por fin algo que me alejara de aquel hotel tan espantoso, de aquellas chismosas, aquellos susurros incesantes que me confundian, aquellas mujeres con cara de buena y cerebro envenenado. La verdad no me imoportaba tanto que las personas de allí fueran así, yo volvería al cabo de unos días a mi pueblo, a mi precioso y tranquilo pueblo, donde el sonido del mar hacía que todo se alejara se mi mente y solo estuvieramos él y yo.
Durante el tiempo que estuve en Tarragona el alma se me lleno de paz, allí cada uno iba a su rollo y nadie estaba pendiente de mi, nadie mas que mi compañía, que por cierto no tengo ninguna queja de ella, esos tres días fueron los mejores de todo el viaje.
Pero lo bueno siempre se acaba y con ello mis vacaciones. Al fin al cabo tampoco me lo había pasado tan mal allí.
Cuando llegue a mi casa pensaba mucho en volver allí no solo por volver a ver mi hermana sino por aquel cielo tan estrellado y aquel aire tan puro que hacía que nada importara, solo quería llenarme de vida y respirar algo que no estuviera contaminado.
Y al cabo del año volví allí, si y nada había cambiado, allí estaba el río guia, el cielo repleto de estrellas y si evidentemente alli seguian esas personas a la que tanto odiaba, por el hecho de hablar sin saber y de tener la "lengua tan larga" como se dice en mi tierra y a lo que a ellos le hacian mucha gracia.
En definitiva otro chasco, y como siempre la naturaleza enamorandome y nunca me defraudará.